Los monopolios y las TIC

  • Alejandro Rovi Robas
  • Daniel Clemente Laboreo
  • Gonzalo Serrano Revuelta
ASAI 2006
Presentación: MonopolisTIC.pdf. Licencia del trabajo.

TABLE OF CONTENTS:
   1. Definición
   2. Tipos de monopolio
      2.1. Monopolios naturales
      2.2. Monopolios artificiales
      2.3. Monopolios legales
      2.4. Monopolios puros
      2.5. Oligopolios
      2.6. Monopsonios
      2.7. Trusts
      2.8. Cárteles
      2.9. Fusiones
   3. Características
      3.1. Desventajas
      3.2. Ventajas
      3.3. ¿Existen monopolios buenos?
   4. Vida de un monopolio
      4.1. Cómo se crea
      4.2. Cómo se mantiene
         4.2.1. Mantener barreras de entrada al mercado
         4.2.2. FUD: miedo, incertidumbre, duda
         4.2.3. De-comodizar estándares
         4.2.4. Patentes
      4.3. Cómo se pierde
   5. Historia de los monopolios en las TIC
      5.1. Las telecomunicaciones
         5.1.1. El telégrafo
         5.1.2. Teléfono
         5.1.3. Las redes de radiodifusión: radio y televisión
      5.2. La informática
         5.2.1. El hardware
      5.3. El software
   6. Ejemplos
   7. Fuentes

Definición

La palabra monopolio deriva del griego: monos que significa "único" y polein, que significa "vender", por lo que el significado literal es "único vendedor".

Pero "Monopolio" tiene sentido en varios campos, como economía o política. El significado económico, según la RAE, es:

      Situación de mercado en que la oferta del producto se reduce a un solo vendedor.

Un monopolio implica:
  • el vendedor único es una gran empresa (no una PYME)
  • no hay rivales ni competencia
  • la empresa tiene libertad para ajustar sus precios
  • suele tener problemas con la justicia
  • las otras empresas tienen problemas para entrar en el mercado
  • sensación de "comodidad" para los usuarios, ya que no conocen otros productos
  • creación de estándares de facto

Tipos de monopolio

No existe una única forma de clasificar los tipos de monopolio así que aquí vamos a ver algunos. Además las propias definiciones de los tipos de monopolios tampoco son únicas, así que se muestran una o varias descripciones.

Monopolios naturales

Los monopolios naturales son consecuencia de las economías de escala. Es decir, el coste del desarrollo de un nuevo producto es independiente de la escala a la que se comercialice después ese producto. Así pues, las empresas pequeñas no pueden hacer frente al ritmo productivo de las grandes. Sus gastos hacen comparativamente mayores y les hacen perder competitividad.

Se suelen dar en industrias que explotan recursos naturales o en servicios públicos como el gas y el teléfono, ya que en éstos ámbitos los costes fijos son muy elevados y los costes marginales son reducidos.

Monopolios artificiales

El monopolio artificial nace como consecuencia de un mandato gubernamental, contrariando los deseos del consumidor. A su vez estos pueden ser públicos (estatales) o privados. Muchos monopolios artificiales se traducen en las tristemente célebres empresas estatales. Se los crea por razones estratégicas, de bien publico, subsidiariedad, fiscales, interés nacional y con otras causas.

El monopolio artificial (estatal o privado) subsiste gracias a la ley que dicta para él el estado, eliminando la competencia por ley.

Monopolios legales

Se da cuando una empresa impide activamente a la competencia fabricar un determinado producto. Esto puede lograrse mediante la acaparación de patentes o mediante el control total sobre la producción de una determinada materia prima necesaria para producir el producto en cuestión.

Monopolios puros

Se dice también que existe un monopolio puro si solo hay un único vendedor en un mercado bien definido con muchos compradores, es decir, cuando cuando se da que existe una única empresa en una industria. No suele darse en la economía real, excepto cuando se trata de una actividad desempeñada mediante una concesión pública. En estas industrias se suelen producir bienes y servicios vitales para el bienestar público, como el suministro de agua, electricidad, transportes y comunicaciones. Aunque parece que estos monopolios son la mejor forma de proporcionar estos servicios a la sociedad, sigue siendo necesario regularlos cuando están en manos privadas; de lo contrario, tendrán que depender de una empresa pública.

Oligopolios

La diferencia de un oligopolio respecto a un monopolio es que el mercado está dominado por un reducido número de productores o distribuidores u ofertantes. Es un mercado que se encuentra en una posición intermedia entre lo que se conoce como competencia perfecta y el monopolio, en el que sólo existe un fabricante o distribuidor. Un mercado oligopolístico puede presentar, en algunas ocasiones, un alto grado de competitividad. Sin embargo, los productores tienen incentivos para colaborar fijando los precios o repartiéndose los segmentos del mercado, lo que provoca una situación parecida a la del monopolio.

En los mercados oligopolísticos, como por ejemplo el mercado de petróleo y el de los detergentes, con frecuencia se suceden largos periodos de estabilidad en los precios. Los productores se limitan a competir mediante la publicidad de sus productos.

Para tomar decisiones sobre precios, las empresas que operan en mercados oligopolísticos utilizan la teoría de juegos. El juego consiste en anticipar la reacción de las compañías competidoras ante cambios en las condiciones del mercado y en poder planificar la política a seguir para conseguir la máxima rentabilidad posible. Alcanzar un resultado óptimo depende en buena medida de que las empresas se comporten de una forma racional. En un juego de suma cero, la rentabilidad total es fija, por lo que una empresa sólo podrá mejorar su posición a costa de las demás. En los juegos que no son de suma cero, la decisión de un jugador puede beneficiar a todos los demás.

Monopsonios

Es la situación que se produce cuando existen un comprador y muchos vendedores. Cuando hay un solo comprador decimos que existe un monopsonio y si hay varios compradores decimos que hay un oligopsonio.

Trusts

La historia económica de todos los países está llena de ejemplos en que los productores intentan crear acuerdos para obtener poder monopolista sobre el mercado aunque se ofrezca la imagen de que impera la competencia.

Los trusts son la forma de concentración empresarial por la cual un conjunto de empresas se fusionan entre sí creando una nueva, o bien una de ellas absorbe a las restantes, de forma que quedan sometidas a una única dirección. Este tipo de acuerdos permiten transferir el control real de una empresa a un individuo o a otra empresa intercambiando las acciones por certificados emitidos por los individuos que pretenden controlar la empresa.

Los trust se hacían en Estados Unidos durante el siglo XIX para comenzar un monopolio. Empezaron a estar prohibidos cuando se hizo la Sherman Antitrust Act, en 1890.

Una técnica parecida a la de los trusts son los holdings, que emiten sus propias acciones públicamente pero controlan otras empresas comprando sus acciones. Estos acuerdos no tienen por qué ser ilegales, excepto cuando se adoptan con el fin de monopolizar el comercio.

Cárteles

Un cártel es un acuerdo formal entre diversas empresas que participan en un mismo mercado, con el objeto de fijar políticas conjuntas en cuanto a precios y cantidades de producción. Para que un cártel tenga efectividad es necesario que las empresas que lo integran controlen una proporción sustancial del mercado y que resulte difícil la incorporación de nuevos competidores en el mercado, es decir, cártel sólo puede funcionar adecuadamente cuando existe un mercado oligopólico o una situación aproximada.

El objetivo de las empresas que participan en el acuerdo es la maximización de sus beneficios. Ello se logra por lo general fijando precios mínimos, que eliminan la competencia o la reducen a aspectos marginales de los bienes producidos, estableciendo cuotas de producción para cada una y levantando barreras para impedir que nuevos competidores entren en el mercado.

No todos los participantes en un cártel se benefician del mismo modo con su existencia: aquéllas unidades de producción más eficientes tienen menos interés en mantener su participación en el mismo, puesto que, aun en condiciones de mercado abierto, podrían obtener iguales o mayores beneficios. De allí que en muchos casos las empresas menos eficientes suelan tener que hacer determinadas concesiones para el mantenimiento de un cártel.

Fusiones

Las fusiones son intentos de organizar la industria producidas por la búsqueda de economías de escala o de ventajas monopólicas; en el primer caso son una expresión del proceso de integración horizontal o vertical entre empresas independientes, que buscan una mayor eficiencia en sus procesos productivos; en el segundo caso pueden considerarse como una forma de control de los mercados más profunda y orgánica que la formación de cárteles.

Existen diferentes tipos de fusiones:
  • Combinación vertical: implica la fusión de empresas que controlan distintas etapas del proceso productivo de un mismo producto.
  • Combinación horizontal: es aquella formada por empresas de una misma industria que desarrollan los mismos productos.
  • Conglomerado: combina compañías de diversas industrias independientes dentro de una misma organización.

Características

Desventajas

Las cosas malas son sobre todo para la competencia y para los clientes, ya que para la empresa monopolista, la única desventaja pueden ser los posibles problemas con la justicia.

Las empresas competidoras se encuentran, en primer lugar, con barreras de entrada al mercado (patentes, publicidad, precios bajos, etc.). Éstas están explicadas con detalle más adelante, ya que forman parte de las estrategias que la gran empresa usa para conservar el monopolio.

Al final, el monopolio influye en las decisiones de las pequeñas empresas, que deberán hacer maniobras peligrosas en contra de su voluntad: poner precios más bajos de lo normal, hacer campañas de márketing más duras de lo previsto, olvidarse de parte del mercado, y otras. Si el monopolista hace prácticas anticompetencia (casi ilegales), todo son problemas para las empresas pequeñas (las grandes, en cambio, pueden llegar a salir beneficiadas si se alían con el monopolista).

El control de los precios es una de las mejores armas de un monopolio, y afecta mucho a las pequeñas empresas. La gran empresa puede permitirse bajar mucho el precio de un producto, incluso mucho más de lo que la competencia puede permitirse. Esto es lo que hacía, por ejemplo, la NCR (National Cash Register) para hundir a la competencia en cajas registradoras (véase historia de Thomas Watson), y es también lo que Microsoft hizo para vencer a Netscape (de pago), mediante su Internet Explorer gratuito.

Pero quien más sufre en un monopolio son los usuarios. Mientras que cuando hay competencia, las empresas se esfuerzan por ofrecer el precio más bajo, con un monopolio no hay esta motivación. Por ejemplo, Telefónica siempre ha cobrado mucho por el alquiler de línea o por el ADSL, porque sabe que la gente necesita teléfono e Internet, y va a pagar lo que haga falta para conseguirlo (ahora esto está cambiando al haber más uso de teléfonos móviles, y alguna otra compañía de Internet con línea propia).

Igual que no hay motivación para bajar precios, tampoco la hay para innovar. Algunos creen justamente lo contrario; por ejemplo, que "las prácticas de Microsoft están justificadas porque favorecen la innovación" (fuente: "El País", y una buena respuesta por Ricardo Galli). Es curioso que este argumento es precisamente el que Microsoft usa en sus juicios antimonopolio, y también cada vez que usa sus técnicas anticompetitivas para apropiarse de tecnologías neutrales o de la competencia. Más curioso es que al mirar la historia de Microsoft, se vean pocos signos de innovación, pero muchos de robo y plagio.

A los usuarios, un monopolio les afecta por muchas otras cosas. Básicamente; tienen que aceptar las condiciones del producto, les guste o no. Si el producto es malo, hay que aguantarse porque no hay alternativas o son difíciles de conseguir. Los servicios de atención al cliente de las compañías telefónicas son siempre pésimos, pero son los únicos que hay, y el cliente tendrá que soportarlos cada vez que los necesite.

Cuando el monopolio es a nivel político, los problemas son mayores, ya que las decisiones tomadas por la gran empresa (o el estado) han de ser cumplidas por todos, les guste o no. Está el ejemplo de China, en donde muchas tecnologías de información y comunicación están reguladas según los gustos de los de arriba. El artículo de Wikipedia Censura de Internet en China (en inglés) explica los detalles de la nueva Gran Muralla China.

Ventajas

Naturalmente, mantenerse en condición de monopolio es "bueno" para la gran empresa, en el sentido de que les hará ganar más dinero. Pero puestos a ser optimistas, hay otras partes que también se pueden ver beneficiadas; principalmente, los usuarios.

Como un monopolio tiene el control de los precios, se puede permitir bajarlos mucho para eliminar a los competidores, y seguirá en la posición dominante. Esta bajada de precios será agradecida por los consumidores, aunque normalmente la rebaja se esté haciendo a cambio de tener menos alternativas de entre las que elegir. En un mercado de competencia perfecta, las empresas no pueden permitirse bajar mucho los precios, pero en cambio compiten entre ellas y pueden presentar al comprador muchas ofertas para el mismo producto.

Pero el control de los precios no siempre es una ventaja para los usuarios: el monopolista puede aprovechar esa libertad para subirlos todo lo que quiera, porque sabe que le van a comprar igual (sobre todo si es un bien básico).

Otro efecto bueno que produce un monopolio es que muchos usuarios están contentos con el producto, ya que no conocen otros y no han podido hacer comparaciones. El hecho de que un producto tenga la mayor cuota de mercado también hace que por inercia se siga usando sin compararlo con el del resto de proveedores. Por ejemplo, mucha gente sigue con Telefónica (aunque hay posibilidades de cambiar) porque es el de toda la vida. Esta ignorancia es la clave para la felicidad de muchos clientes, y por eso convivir con un monopolio puede ser agradable.

Las grandes empresas saben esto y por eso intentan que el consumidor sólo esté cómodo con sus productos, y no con los de la competencia. Por ejemplo, si un ordenador viene con un programa ya instalado, entonces será muy cómodo usar ese programa concreto, mientras que instalar otro representa un coste adicional que muchos usuarios no harán. Algunas empresas incluso añaden trabas que impiden que los productos de la competencia funcionen igual de bien que los suyos. Por ejemplo, Microsoft preparó MSN.com para que se viera mal con Opera (explicación).

¿Existen monopolios buenos?

Existen casos de productos muy usados en un mercado en el que hay muchos fabricantes, y sin que se produzcan prácticas monopolísticas. El ejemplo típico es Google, que es el buscador más usado pero que supuestamente no hace prácticas monopolísticas ni impide que otros entren en el mercado.

A esto se le llama monopolio de producto (en contraposición al monopolio de empresa), y suele pasar porque el producto es bueno técnicamente. Los usuarios lo consideran como algo beneficioso, ya que tienen una alternativa muy usada, pero tienen también otras alternativas por si la gran empresa deja de ser buena.

Esto pasa comúnmente con el software libre, en donde también se encuentran programas muy usados aunque siempre hay competidores. Apache o eMule son ejemplos de programa con mucha cuota de mercado en su campo, probablemente debido a que funcionan bien.

Tal como se explica en este artículo, en el software libre sólo puede haber monopolios de producto, y no de empresa, ya que si un fabricante empieza a obrar mal, otros pueden coger su producto y sustituirle. Por eso, los monopolios de producto provocan competencia feroz entre las empresas, que han de luchar para ser las mejores. Aunque todas sigan intentando dominar el mercado, quien se beneficia es el usuario.

También pueden parecer "monopolios buenos" los estándares libres en los que se basa Internet: TCP/IP, HTTP, HTML, XML, ... Existen alternativas, y supuestamente no hay prácticas monopolísticas que fuercen a usar ésos, pero la mayoría de gente sigue usándolos porque van bien y no dan problemas.

Por último, dentro de la definición de monopolio también están las leyes, que vienen dictadas por una sola empresa (el estado). No podemos ir buscando leyes y quedarnos con la que más nos gusta, sino que sólo hay una y hay que aceptarla. Se supone que las leyes están para garantizar la justicia y el bien de los gobernados, así que también podemos catalogar a las leyes como un monopolio "bueno". Pero en la práctica, parece que no siempre es así: siguen pasando cosas como lo de Marbella, o lo de las patentes, que también son leyes que vienen impuestas pero que hacen más daño que bien.

Vida de un monopolio

Cómo se crea

Como hemos introducido anteriormente, existen muchas causas para que surja un un monopolio. Podemos verlo con unos ejemplos:
  • El monopolio natural del gas en las Islas Canarias existe porque no hay otras empresas locales que puedan acceder al mercado del gas.
  • El monopolio artificial de las redes ferroviarias por parte de Renfe nació porque el Estado necesitaba una empresa para reformar el estado de la red ferroviaria española después de la guerra civil y a cambio le concedió el monopolio para la explotación hasta el 31 de diciembre de 2004.
  • Un ejemplo de oligopolio podría ser el de los detergentes en España. Mantienen precios muy similares y dónde la única competencia es en la publicidad.
  • Un futuro monopsonio puede darse en la educación andaluza, ya que la Junta de Andalucía quiere ofrecer los libros de texto gratuitamente a los estudiantes. Para ello la Junta ha de convertirse en el único comprador de los libros de texto, que luego prestará a los alumnos.
  • El cártel del petróleo más conocido es la OPEP. El número de empresas de países que cuentan con reservas de petróleo es muy pequeño por lo que se creó ésta asociación para controlar el precio del barril de petróleo.
  • El trust de las gasolineras españolas existe y las compañías suben y bajan los precios del combustible suben al mismo tiempo.
  • Como ejemplo de una fusión podríamos poner la de Canal Satélite Digital (Sogecable) y Vía Digital (Telefónica) para crear el monopolio de la televisión digital vía satélite.
  • El monopolio de Telefónica empieza cuando la se crea en 1924 la CTNE (Compañía Telefónica Nacional de España) a partir de la ITT (International Telephone and Telegraph Corporation). El estado contrata a la CTNE para reformar y organizar la red telefónica.
  • Microsoft consigue un monopolio no por ser el primero con sus productos (al contrario) sino por licenciarle el MS-DOS a IBM en vez de vendérselo por completo.
  • IBM se ha aprovechado de su monopolio desde el principio, cuando aún se llamaba CTR y ya tenía problemas con la justicia. Sigue con juicios desde 1969 hasta 1983.

Cómo se mantiene

Se conocen las condiciones básicas para tener un monopolio, así que una empresa sólo ha de asegurarse de que se cumplan. Además, lo que intentará será que quienes quieran entrar en el mercado se encuentren con muchos obstáculos, más de los habituales. Por último, hay otras técnicas menos éticas pero que algunas empresas siguen usando; por ejemplo, difundir mentiras sobre la competencia, o apropiarse de tecnologías que debían ser neutrales.

Mantener barreras de entrada al mercado

El conjunto de obstáculos que evitan la entrada de competencia en un mercado se llama barreras de entrada. Algunas de esas barreras son:
  • Requisitos de capital: las PYMEs no pueden dedicar tanto capital como las grandes empresas en:
    • I+D: las empresas con productos menos innovadores tiene más difícil entrar a un mercado.
    • Control de precios: las empresas que puedan bajar los precios de sus productos y puedan un margen de beneficio menor tendrán más posibilidades de entrar a un mercado.
    • Publicidad: las campañas de una gran empresa llegan a más gente
  • Economías de escala: a las empresas grandes y con experiencia en un mercado producen bienes o servicios a menor coste que las pequeñas y nuevas empresas que quieran entrar a ese mercado, y por ello el acceso a ese mercado de éstas últimas será más complejo.
  • Diferenciación de producto: las empresas ya establecidas en un mercado que tienen una marca fuerte o un buen producto cuentan con la lealtad de los consumidores y para competir contra ello se necesitan campañas de publicidad muy agresivas.
  • Regulaciones gubernamentales: las leyes y regulaciones de determinados bienes o servicios concretos pueden provocar que solo una o pocas empresas puedan desarrollar legalmente sus actividades.
  • Acuerdos: los acuerdos de exclusividad entre proveedores y distribuidores hacen que otros proveedores y distribuidores no puedan competir en un mercado.
  • FUD (Miedo, Incertidumbre, Duda): utilizar falsa publicidad para competir contra otros productos.
  • De-comodización de estándares: alterar la interpretación y uso correcto de estándares en determinados productos.
  • Patentes: conjunto de derechos de exclusividad sobre la aplicación de una idea.

FUD: miedo, incertidumbre, duda

Según el Jargon File de Eric S. Raymond, el término FUD (fear, uncertainty, doubt) lo empieza a usar Gene Amdahl cuando se va de IBM para fundar su propia empresa, y se refiere al miedo, incertidumbre y duda que IBM quiere causar en los posibles compradores que están considerando productos de la competencia. Lo que los vendedores de IBM querían hacer ver era que mientras que si seguían con IBM les pasarían cosas buenas, si usaban los de la competencia tendrían un futuro peligroso y lleno de problemas.

Pero el concepto se hizo más famoso en los 90 cuando empezó a usarlo Microsoft en su campaña contra GNU/Linux. En los documentos Halloween (que Microsoft reconoció como ciertos), hablan de cómo GNU/Linux pone en peligro su monopolio, y estudian medidas para combatirlo. Dicen que el FUD no funcionará, porque el software libre está para quedarse, y sus ventajas son comprobables y creíbles.

Pero de todas formas, Microsoft sí que está usando FUD contra GNU/Linux, por ejemplo con la famosa campaña Conozca los hechos. Esto lo hace en colaboración con SCO (contratada por Microsoft), que tiene como función recordar que quien use GNU/Linux tendrá riesgos derivados de posibles infracciones contra la propiedad intelectual.

Aunque esta publicidad es falsa y muchas organizaciones y empresas la han rechazado, sigue llegando al público general debido al poder y fama de Microsoft. Este tipo de publicidad descarada y a gran escala sólo se la pueden permitir las grandes empresas, y por eso el FUD es eficaz en los monopolios.

Con esto consiguen influir a las personas que toman las decisiones en una empresa, para que en vez de fijarse en las características de un producto, elijan el de una marca reconocida, aunque sea peor.

De la misma forma, el FUD también sirve para influir en las decisiones que toman los gobiernos. Microsoft ya habló con los políticos de España recomendándoles mantener la neutralidad tecnológica (traducido: seguir usando Windows), y realmente surtió efecto: se lo creyeron.

De-comodizar estándares

El Documento Halloween núm. 1 de Microsoft dice también que GNU/Linux (la competencia) podía ganarles siempre y cuando los servicios y protocolos que usara fueran cómodos.

Los programas de GNU/Linux funcionan bien porque se basan en estándares libres, como POSIX, C, TCP/IP, HTTP, OpenDocument, y otros. Está disponible toda su documentación, detalles de diseño, implementaciones de prueba, y muchas más cosas que hacen más cómodo el trabajo del informático. Por eso la tarea de Microsoft es hacer que dejen de ser cómodos, y sustituirlos por protocolos y formatos cerrados: NTFS, DOC, HTTP-DAV, SMB, etc. O sea, que para que la gran empresa gane, el usuario tiene que perder.

Pero lo interesante es el camino usado para conseguir infectar los protocolos libres. Es la técnica Adoptar, extender y extinguir, que consiste en:
  1. Adoptar: Microsoft toma uno de esos estándares libre y muestra interés en usarlo y en promocionarlo
  2. Extender: sí que empieza a implementarlo en sus productos, pero con ciertas variaciones que sólo están en su versión. Lo justifican diciendo que son innovaciones que quieren sus clientes
  3. Extinguir: a través de varios medios, como implementando su estándar ampliado en sus productos de servidor o herramientas de desarrollo, aumentan el uso de las extensiones propietarias, hasta el punto de que los competidores que no siguen la versión del estándar creada por Microsoft ya no pueden competir. El estándar de Microsoft se convierte entonces en el único relevante en la práctica (un estándar de facto), porque permite a la compañía controlar el mercado gracias al control del estándar
Esto lo han usado mucho con tecnologías web (como HTML, CSS, DOM, JavaScript, y Java), con resultados a su favor: hasta hace unos años, la mayoría de gente usaba productos de Microsoft porque con otros programas se encontraría con problemas de compatibilidad al navegar por Internet (aunque todo estuviera regulado por estándares).

Esta técnica funciona porque Microsoft tiene el monopolio, y por tanto una cuota de mercado muy alta. Si un programa poco usado se desviara del estándar, probablemente sería ignorado.

Patentes

Patente deriva del latín patens, que originalmente se referían a decretos reales que garantizaban derechos exclusivos a individuos determinados en sus negocios.

Actualmente una patente es un conjunto de derechos exclusivos garantizados por un gobierno o una autoridad competente al inventor de un nuevo producto susceptible de ser explotado industrialmente para el bien del solicitante de dicha invención por un espacio limitado de tiempo (generalmente 20 años desde la fecha de aprobación).

Las patentes tienen unas ventajas e inconvenientes que no está muy definidas y depende mucho del ámbito en que se apliquen esas patentes. En general podríamos decir que como ventaja permiten estimular la creatividad aplicada, ya que garantizan una retribución a aquellos que descubren nuevos procedimientos o inventan nuevos productos, que suelen requerir de fuertes inversiones para realizarse. El inconveniente principal es que, como hemos dicho antes, una patente garantiza durante un período de tiempo un monopolio a quien la ha registrado. También han surgido, debido a la creciente internacionalización de los mercados, una serie de discusiones de tipo legal sobre el alcance territorial de las mismas.

En España, por ejemplo, las autoridades componentes son la Oficina Española de Patentes y Marcas, que depende del Ministerio de Industria. Al estar también en la Unión Europea se aplica también el Convenio sobre la Patente Europea. Todos los países de le UE (y algunos otros) están suscritos a éste convenio (España está incluida) y deben respetar la validez de las patentes que expedía la Oficina Europea de Patentes. Así, una patente registrada en la OEP tiene validez en todos los países suscritos. En Estados Unidos la autoridad correspondiente es la United States Patent and Trademark Office.

Patentes de software

El coste del desarrollo de un programa informático no es el mismo que el de un elemento físico, ya que sólo hace falta un un ordenador y el trabajo de los programadores. Además una diferencia grande es que un programa informático está basado en cientos o miles de ideas individuales.

Por el contrario en los campos donde la tecnología ya ha madurado hay fuerzas que normalmente causan la aparición de monopolios. Casi en cualquier nicho de software maduro hay un producto que tiene una fracción realmente grande del mercado.

Por estas y otras razones, la mayoría de los países desarrollados optaron por inicialmente por proteger a los programas exclusivamente mediante las leyes de copyright. En los '80 se adoptaron las patentes en USA y en los '90 se relajaron las restricciones para obtenerlas. El resultado es que actualmente esas patentes no han contribuido a la innovación como se pretende teóricamente, sino que solo han servido para ejercer monopolios y eliminar la competencia. Son las grandes empresas las que tienen portfolios importantes de patentes y que las usan en caso de demandas contra sus propios productos, o directamente para no respetar las patentes de empresas de menos poder. Las PYMEs no tienen presupuesto para dedicar a la infraestructura de abogados y especialistas en patentes necesaria para poder competir en la adjudicación de patentes. Por ejemplo, en EEUU existen alrededor de 100.000 patentes de software, el 30% de las cuales pertenece a IBM.

En Europa el tema está de actualidad ya que se ha intentado aprobar varias la directiva sobre patentes de software en el Parlamento Europeo, aunque de momento se han rechazado. Su aprobación nos llevaría a un escenario igual al estadounidense.

Algunos ejemplos

Aquí ponemos algunos ejemplos de patentes de software en EEUU:

  • El doble click en dispositivos portátiles estilo Palm
  • Controlar una computadora por otra computadora (afecta a RPC, SSH, RMI etc)
  • El algoritmo Quicksort implementado con listas de punteros
  • Cualquier controlador de una máquina para hacer pan
  • One-Click-Shopping: comprar en una tienda online con un sólo click de ratón.
  • El algoritmo LZW usado para generar imágenes en formato GIF estuvo patentado hasta 2003
  • El algoritmo para generar imágenes JPEG
  • Hay una docena de patentes que afectan al formato de sonido MP3

Cómo se pierde

Un monopolio puede durar mucho tiempo ya que impide que el mercado cambie. Normalmente las empresas competidoras no pueden conseguir superar a la dominante, y por eso tiene que intervenir algún otro organismo regulador del mercado.

Algunas razones por las que puede acabar un monopolio son:
  • una organización (estatal o no) gana un juicio contra la empresa
  • el mercado cambia y la empresa no sabe adaptarse
  • los consumidores se asocian para tener más fuerza y vigilar a la empresa
  • la empresa se vuelve buena de golpe y abre el mercado a posibles competidores
Normalmente se deshace el monopolio por vía judicial, a base de multas y años de juicios. Pero el problema es que a las grandes empresas monopolísticas, eso no les afecta, ya que pueden permitirse vivir pagando multas si eso les sale más barato que cambiar su comportamiento.

Historia de los monopolios en las TIC

Las telecomunicaciones

El telégrafo

El coste inicial en infraestructuras hizo de las redes de telecomunicaciones un negocio sólo al alcance de unas pocas fortunas. Remontándonos al boom del telégrafo eléctrico (aún en la primera mitad del siglo XIX), nos encontramos con una gran diversidad de modelos a la hora de abrazar la nueva tecnología. En algunos países se optó por delegar la inversión en las grandes empresas (generalmente, las ferroviarias) mientras que en otros se optó directamente por el monopolio estatal. En cualquier caso, la gestión de las redes no tardó en convertirse en monopolio en la mayoría de los países.

Caso especialmente curioso es el del Reino Unido. Si bien fueron las empresas privadas las que implantaron la tecnología, el gobierno terminó por decidir nacionalizar la red por su carácter estratégico. Para lograrlo la GPO (General Post Office) arguyó que seguían el mismo esquema que el correo postal, ya que implicaba el envío de una información por parte de un remitente a un receptor. Las Telegraph Act de 1868 y 1869 le garantizaron el monopolio sobre los telégrafos y, más adelante, sobre las diversas formas de telefonía. De hecho, se llegó a aplicar el mismo supuesto para monopolizar las transmisiones broadcast (radio y, más adelante, televisión).

El problema con los monopolios estatales es que su efectividad se veía ampliamente comprometida en algunos casos por la aplicación de una política excesivamente centralista. Es el caso de España con una red radial que, si bien inicialmente se mostró efectiva, con el cambio de siglo mostró signos preocupantes de estrangulamiento. Toda comunicación debía pasar por Madrid cosa que, con el aumento de tráfico de señales, provocaba un cuello de botella que se iba volviendo insalvable. Para paliar este problema, el Estado cedió la titularidad de sus líneas telefónicas en régimen de monopolio absoluto a la CTNE (Compañía Telefónica Nacional de España) a cambio de una cuantiosa suma. De este modo se logró definitivamente arreglar el problema de las líneas telegráficas. No obstante esto significó la pérdida del monopolio de los telégrafos ya que la CTNE estaba autorizada a prestar servicio de telefonemas (equivalente, sólo que la señal viaja por las líneas telefónicas) durante 10 años.

En la década de 1850, las redes nacionales de los países más avanzados se desarrollan con gran rapidez. Debido a los intereses de sus principales clientes (gobierno, bancos, agencias de noticias...), pronto empezó a desarrollarse una red mundial que interconectase las locales. Esta nueva red global adquirió pronto naturaleza de oligopolio a través de acuerdos de tipo cártel entre empresas privadas y unas pocas estatales (mayormente, la del Reino Unido).

Con la invención de la radio llega la telegrafía sin hilos. La Marconi´s Wireless Telegraph Company logra monopolizar su uso en muchos países gracias a sus patentes, pero muchos otros como Francia, Rusia y EEUU, no la aceptan. EEUU acabó por ceder ante grupos de presión económica. No obstante, tras la Primera Guerra Mundial, para evadir las demandas por infracción de patentes, decidieron revocar su patente y devolvérsela a Nikola Tesla.

Teléfono

La historia de las compañías telefónicas se inicia en 1877 con la creación de la Bell Telephone Company y la división de teléfonos de la Western Union Telegraph Company. Tras una intensa lucha en todos los frentes (tecnología, cobertura y jurídico), la disputa por las patentes se saldó en 1879 en favor de la Bell Telephone Company (que, por problemas financieros, ya no controlaba Graham Bell). La resolución de este conflicto tuvo un efecto decisivo en la creación de la legislación sobre patentes y proporcionó el monopolio total de la telefonía hasta la apertura de las patentes (entre 1893 y 1894). En 1907, Bell (ya por aquel entonces conocida como AT&T) compró la Western Union y, poco después, se vio obligada por el gobierno a segregar su división de telégrafos. Poco importaba, la telefonía era ya la opción predominante.

AT&T logró en los años 20 reducir su competencia a 0 mediante innumerables fusiones y absorciones logrando así un monopolio natural en la telefonía estadounidense. No conforme con esta situación, AT&T creó en 1925 los Laboratorios Bell, que generarían toda clase de patentes, muchas de las cuales se alejaban ampliamente del terreno de la telefonía. Tal llegó a ser su poder que en 1984, justo antes de su desintegración por prácticas monopolísticas, AT&T pasaba por ser la mayor empresa privada del planeta. A raíz de su división en 8 partes, la telefonía estadounidense no ha vuelto, por ahora, a encontrarse en situación monopolística.

En Europa la expansión del teléfono se vio frenada inicialmente por el mayor inmovilismo de las estructuras comerciales y por la indecisión de los gobiernos entre el modelo privado y el estatal. Al igual que en el caso de los telégrafos, hay que destacar el caso de Gran Bretaña, que volvió a permitir la gestión privada... hasta que nacionalizó las líneas telefónicas en 1896. Cabe destacar el atraso telefónico de Europa respecto a EEUU al llegar 1900. Esta vez era EEUU quien lideraba la creación de la red telefónica global. Además, especialmente a partir de la creación de la ITT (International Telephone and Telegraph) empezó a mostrar una importante penetración en mercados externos (sin ir más lejos, en España era quien controlaba la CTNE). Esta situación de superación tecnológica respecto al Imperio Británico corría paralela a la pérdida de hegemonía general de éste frente a EEUU.

Por su parte, la aplicación del teléfono en España no progresaba. La inestable y contradictoria legislación respecto al establecimiento de empresas telefónicas privadas y la falta de inversión en la iniciativa pública, unido a la baja demanda, provocaron un caos operativo insostenible. Esta situación se alargó hasta la ya mencionada cesión en régimen de monopolio de toda la red telefónica a la CTNE. La línea mantendría la titularidad privada hasta 1945, momento en que fue nacionalizada. El sector continuó en manos del estado hasta la privatización de Telefónica en 1997. Con la liberalización del sector, el monopolio telefónico español (al igual que los del resto de Europa de finales del siglo XX) tocó a su fin.

Las redes de radiodifusión: radio y televisión

Aunque la tecnología necesaria para realizar emisiones de radiodifusión se encontraba en uso desde principios de siglo, tan sólo había sido utilizada profesionalmente como una extensión de la telegrafía y la telefonía. No fue hasta 1920 que se empezó a concebir la explotación de la radio como un medio de comunicación de masas. Según las regiones, la aproximación seguida para su adopción fue variada: mientras que en EEUU se permitió la aparición de diversas cadenas privadas, en Europa y, evidentemente, en cualquier país que viviera en dictadura, se optó por los monopolios estatales.

Como consecuencia curiosa de la explotación privada de la radio en EEUU, se ha de destacar la acusación de invasión de competencias que presentó AT&T contra la WHN en New York en 1924 por vender tiempo de emisión a sus anunciantes. Si bien AT&T logró ganar el juicio, la fuerte oposición de la sociedad impidió la aplicación las sanciones.

Un fenómeno digno de mención es la llamada Radio Liberty, una emisora que nació durante la guerra fría (en 1959) como megáfono de la propaganda estadounidense tras el telón de acero. Se convertiría así en la única competencia del monopolio estatal de radio. Con el fin de la guerra fría entró en decadencia y actualmente, si bien sigue radiando su mensaje hacia otras partes del mundo, se encuentra en vías de extinción.

A partir de los 70 comenzó a extenderse por Europa el movimiento de las Radios Libres. Este fenómeno, ampliamente extendido en otras regiones del mundo, arraigó con fuerza en los países europeos con monopolios gubernamentales sobre la radio. Cabe decir que las Radios Libres no disponen de licencia y, como tal, se consideran emisoras piratas. Su influencia empezó a desvanecerse a medida que iban cayendo los monopolios contra los que habían luchado al ganar terreno las emisoras comerciales privadas.

Respecto a la televisión, cuyos inicios se remontan a 1941 en EEUU, poco hay que decir. Siguen el mismo destino que la radio ya que, a fin de cuentas, juegan el mismo papel para los gobiernos. La diferencia radica en que la televisión implica un gasto en infraestructuras mucho mayor y el alcance de su señal es muy inferior. Es por ello que ni el modelo de Radio Liberty ni el de las Radios Libres resultó aplicable en este caso.

Cabe decir que la actual tendencia de los medios de comunicación de masas (incluyendo a la prensa escrita), tiende a la concentración en grandes grupos. Esta situación da pie a la aparición de grandes oligopolios nacionales y, en casos extremos, incluso monopolios. Sirva de ejemplo de esto último Italia, un país en el que un único grupo controlaba (hasta hace poco) todos los medios de comunicación incluyendo los públicos gracias al ascenso al poder por parte de su presidente (Silvio Berlusconi). Estos grandes grupos suelen verse sometidos a una fuerte polarización que entremezcla intereses políticos y económicos, dejando que la objetividad de la información recibida por el pueblo brille por su ausencia.

La informática

El hardware

Podemos situar el origen de la informática comercial a finales del siglo XIX con la invención por parte de Herman Hollerith de la máquina tabuladora. Hollerith logró mantener un importante monopolio legal hasta que sus patentes empezaron a caducar hacia 1909. Si bien esto permitió la aparición de nuevas empresas, no tardaría en llegar IBM para ocupar gran parte del mercado del procesado de la información. Al llegar 1929, IBM controlaba ya el 20% de mercado mundial de tabuladoras. Tras el desplome de la bolsa, se aprovechó de jugosas concesiones por parte del gobierno para producir el equipamiento para el control de la seguridad social. Sus buenas relaciones con el gobierno le brindaron también una posición de privilegio como proveedor de las fuerzas armadas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. No hay que olvidar, de todas maneras, que la NCR (en el cálculo), los Laboratorios Bell (en las comunicaciones) y las universidades estadounidenses fueron también grandes clientes, pero no competidores directos de IBM. Mención especial al monopolio absoluto por parte de IBM en el caso alemán, ya que fue la única suministradora de tabuladoras y tarjetas al régimen nazi (cuyo uso todos conocemos...).

Tras la guerra, desarrollados ya los primeros ordenadores, algunas compañías empezaron a pensar en ampliar su clientela más allá de los militares. Curiosamente, precisamente IBM se mostró inicialmente reacia a la entrada en el mercado de los ordenadores para empresas privadas. Fueron Eckert y Mauchly quienes, tras su experiencia con el ENIAC, abrieron el mercado con su UNIVAC I. Desafortunadamente, Eckert y Mauchly no eran buenos vendedores y su iniciativa fracasó. Su presupuesto fue insuficiente y su esfuerzo en I+D inexistente.

Un año después del fracaso del UNIVAC (y su venta a Remington Rand), IBM ya acaparaba el 70% del sector informático a nivel mundial. Los juicios antimonopolio no se hicieron esperar y ya en 1952 la empresa tuvo que enfrentarse al primero, aunque éste a cuenta de las máquinas tabuladoras (controlaba el 90% del sector en EEUU). En las décadas subsiguientes tendría que enfrentarse a varios litigios más, pero siempre ha salido airosa.

Fue decisivo para el éxito de IBM su posición dominante en el mercado de las tarjetas perforadas, pero también su creciente inversión en I+D (especialmente a raíz de la remodelación llevada a cabo en 1956). En la década de los 60 su monopolio era incuestionable y tan sólo unas pocas empresas, las pertenecientes a la llamada BUNCH (Burroughs, UNIVAC, NCR, Control Data, Honeywell), eran capaces de robarle cierta porción del mercado. No obstante, cabe decir que las empresas de la BUNCH eran mucho más pequeñas y tan sólo eran capaces de competir en los sectores de la oferta que IBM no había sabido o querido cubrir.

Los analistas del momento supusieron que ninguna empresa más allá de IBM y la BUNCH sería capaz de abrirse camino en el mercado de la informática. Estas previsiones se vinieron abajo con la irrupción en el mercado de la microinformática: máquinas mucho menos potentes pero también más asequibles incluso para el bolsillo de muchos particulares. La introducción del microprocesador por parte de Intel en 1971 supuso la apertura de este nuevo mercado, que muchas compañías (por ejemplo IBM) menospreciaron. En 1977 aparece el Apple II, que por su calidad y versatilidad pronto consigue una situación predominante en el mercado de los microordenadores. La respuesta de IBM se hizo esperar hasta 1981, año en que aparece el IBM PC. Gracias los errores cometidos por Apple y a la aparición de clónicos con un coste reducido, el modelo triunfador fue el IBM-PC y sus compatibles. Gracias a este hecho, las compañías productoras de los componentes del IBM-PC original lograron abrirse una importante cuota de mercado. Hay que destacar el caso de Intel, que logró durante la época de los procesadores de 32 bits (que aún no ha acabado) el 85% de la cuota del mercado mundial de procesadores. No es hasta finales de los 90 que su más directo competidor, AMD, logra hacerle frente mediante productos más baratos pero igual de potentes.

A partir de los años 60 Japón se convirtió en una potencial potencia dentro de la industria informática internacional. Mediante planes de choque para promover la informatización y la inversión pública en un reducido grupo de empresas muy competitivas, el sector informático japonés se había situado prácticamente al nivel del americano. El sector informático en Japón no se ha visto monopolizado ya que la oferta ha sido bastante diversificada.

Mientras tanto, en Europa, el desarrollo de la industria informática había sido ignorado hasta los años 60, momento en que la importancia económica de la informática se hizo evidente. A pesar de los intentos por parte de los gobiernos por crear gigantes de la informática nacionales (monopolistas a nivel nacional) capaces de competir con IBM, lo cierto es que jamás tuvieron mucho éxito. Si bien la mayor parte (cerca del 90%) de los equipos vendidos en Europa a mediados de los 80 eran vendidos por compañías europeas (como Siemens o Philips), lo cierto es que en el fondo eran poco más que máquinas estadounidenses y japonesas reetiquetadas.

El software

Inicialmente software y hardware eran vendidos en un mismo paquete. Así pues, el software de cada máquina se encontraba monopolizado por la empresa que había creado esa máquina. Puesto que IBM representaba el gran monopolio del sector, se puede considerar que su control se extendía también a la vertiente software.

Es con la aparición de los primeros microordenadores que la industria del soft se desvincula de los fabricantes de hardware. Pronto empiezan a aparecer programas de gran difusión, las llamadas "killer apps", que cubren casi toda la demanda en sus respectivas áreas. Ejemplos de estas primeras aplicaciones de uso masivo son el sistema operativo CP/M, el UNIX o la hoja de cálculo VisiCalc. Con el boom del IBM-PC a principios de los 80, el MS-DOS de Microsoft consigue desbancar rápidamente al CP/M (UNIX continua reinando en las máquinas no compatibles) y sirve como plataforma de lanzamiento para el gran monopolio de la industria por parte de la compañía de Bill Gates.

Son especialmente las aplicaciones ofimáticas las que a lo largo de los 80 y principios de los 90 se postulan como los más importantes monopolios de producto en la industria. En las bases de datos el dBase acaparó la inmensa mayoría de su mercado a mediados de los 80. En los procesadores de textos reinó WordPerfect a finales de los 80 y principios de los 90. Y en cuanto a hojas de cálculo, a mediados de los 80 apareció Lotus 1-2-3. Después vendría el dominio de los paquetes ofimáticos que culminaría en la monopolización de este área por parte de Microsoft con su paquete MS-Office (excepto en bases de datos).

Con el boom de internet a mediados de los 90 se abrió la veda para los navegadores. El primer gran navegador fue Netscape Navigator, que ya en su versión beta (allá por el 94) acaparaba cerca del 100% del mercado. Tras la llegada del Windows 95, Microsoft intentó por todos los medios a su disposición imponer su navegador, Internet Explorer. Acabó por lograrlo en 1999, pero sus numerosos problemas de seguridad han sembrado la desconfianza entre buena parte de los usuarios en los últimos años y empieza a ceder protagonismo a otros navegadores como Mozilla FireFox. Aún así, a día de hoy sigue acaparando cerca de 80% de la cuota de mercado.

Mención especial merece el papel del software libre. A lo largo del tiempo, ciertos programas especializados como por ejemplo Apache en el campo de los servidores, se han convertido con el tiempo en auténticos monopolios. A raíz de las mejoras en su interfaz gráfica y compatibilidad, incluso Linux está logrando ser aceptada como alternativa al monopolio de Microsoft (si bien Microsoft sigue controlando el 95% de los compatibles).

Ejemplos

Informática:
  • IBM
  • Microsoft
  • AT&T
Medios de información
  • AOL Time Warner
  • Viacom
  • Sony
  • News Corporation
  • Vivendi Universal
  • Disney
  • Bertelsmann
  • Liberty Media
En España:
  • Telefónica: Terra, Movistar
  • CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos), que pasó a ser:
    • Repsol
    • Cepsa
  • Iberia
  • Endesa, Iberdrola
  • Correos
  • TVE durante un tiempo
En otros sitios:
  • Situación similar. Ej: Telmex (México), Telenor (Noruega), France Télécom (Francia)

Fuentes